LA PAZ, El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, reveló que el objetivo de la estatal petrolera, con la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) “Marcelo Quiroga Santa Cruz” y una segunda factoría que se construirá en el país, es hacer de Bolivia “el centro de fertilizantes de Sudamérica”.
“Tenemos un mercado potencial y el objetivo es poder volver a Bolivia un centro de fertilizantes, un referente en fertilizantes para Sudamérica y poder cubrir toda esa demanda que tiene Brasil, Uruguay, Argentina y Perú”, afirmó Dorgathen.
Inaugurada en septiembre de 2017, la PAU “Marcelo Quiroga Santa Cruz” dio inicio a la era de la industrialización del gas en el país.
En este primer proyecto petroquímico de Bolivia, la estatal petrolera invirtió alrededor de $us 950 millones que incluyó la construcción de la planta y las obras complementarias del complejo, señalan datos de YPFB.
La Planta cuenta con tecnología de punta y además, fue construida por una empresa líder a nivel mundial con amplia experiencia en la construcción de plantas petroquímicas como lo es Samsung Engineering.
Esta es una planta de alta complejidad que consta de 12 reactores, dos áreas de reformación de gas, 11 insumos como catalizadores de alta gama, tres calderos, tres salas de control, 450 equipos en toda la Planta de Amoniaco y Urea, más de 4.900 instrumentos conectados por 180 kilómetros de cables y más de 350.000 pulgadas diametrales de soldadura durante la construcción.
Pese a la mala administración que tuvo la planta durante el gobierno de facto de Jeanine Añez, que llevó incluso a paralizar la producción, desde la recuperación de la senda democrática, en noviembre de 2020, la estatal petrolera trabajó para poner al 100% de capacidad a la industria que se consolidó el jueves 18 de agosto de este año.
Resultado de esta labor, el presidente de YPFB prevé que este año se generen $us 400 millones en ventas, superando con creces las registradas desde el 2018.
La demanda de urea en la región y en el mundo es creciente, resultado del incremento de la agroindustria, para satisfacer las necesidades de la seguridad alimentaria.
Además, la coyuntura mundial por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
“En esta coyuntura la mayoría de los países no tiene acceso a la urea y Bolivia tiene seguridad alimentaria con urea garantizada, que es un producto que se genera a partir de la industrialización y es muy requerido a nivel mundial. Brasil, Paraguay, Perú, Panamá y Colombia nos piden el producto. Industrializar nuestra materia prima, que nos genera valor agregado es importante”, destacó Dorgathen.
Ante ello, se plantea realizar estudios para construir una segunda planta en 2023 exclusiva para la exportación.
La segunda planta tendría similares características a la PAU que es uno de los complejos petroquímicos más modernos de la región.
Se calcula una inversión de hasta $us 2.000 millones y con una capacidad de producir 4.200 toneladas (t), es decir, el doble de producción del complejo petroquímico de Bulo Bulo.
Además, se proyecta que genere ingresos por $us 800 millones anuales.
¿Cómo se obtiene la urea?
De acuerdo con información de YPFB, el gas natural es procesado conjuntamente con vapor de agua y aire para obtener el amoniaco, cuya molécula tiene nitrógeno e hidrógeno.
Luego se toma el carbono que se separó del gas natural para combinar con el amoniaco y mediante reacciones químicas se obtiene urea. Posteriormente, mediante otros procesos físicos, la urea es granulada en forma de perlitas blancas de unos 2 a 4 milímetros de diámetro.
La urea es el fertilizante nitrogenado más reconocido y de mayor importancia a nivel mundial.
Cerca del 80 a 85% de la producción de urea es utilizada como fertilizante y más del 40% de los alimentos cultivados hoy en día en el mundo, son fertilizados con la urea. Asimismo, la urea cuenta con usos adicionales en el sector industrial, químicos y ambientales. (Abi)