LA PAZ, Bolivia logró superar el momento económico más complicado de los últimos años, luego del brote especulativo de dólares y el problema de baja liquidez que se dio entre los meses de febrero y marzo de este año, sostuvo el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.
Junto con el brote especulativo por los dólares, el sistema financiero tuvo que enfrentar la intervención del Banco Fassil, a raíz de los malos manejos de esta entidad.
“Bolivia, este año 2023, entre febrero y marzo, tuvo un problema relacionado a un nivel de liquidez más bajo que el que habíamos visto previamente y, obviamente, ahí se ha sentido un período complicado, pero hablando el día de ayer con ASOBAN nos señalaban que esto ha ido mejorando en términos de otorgar la divisa norteamericana a distintos clientes de sus bancos”, sostuvo.
Por tanto, considerando ese momento de baja liquidez –continuó el Ministro—, además de la solución que se dio al Banco Fassil, “hemos sabido salir y estamos ya teniendo nuevos niveles de normalidad”.
Pese a ese duro golpe, el sistema financiero boliviano ha mantenido la solidez, mientras la economía nacional ha mantenido la estabilidad, pese al contexto internacional adverso, por la guerra Rusia-Ucrania, la alta inflación, subida de tasas de interés y amenazas de recesión en la economía mundial.
Montenegro recordó que los países enfrentan elevadas tasas de inflación con el aumento sostenido de los precios, las tasas de interés se mantienen en niveles relativamente altos por las medidas aplicadas por los Bancos Centrales, lo que repercutió en la inversión y el consumo de los hogares, por tanto, países están entrando en una recesión técnica, como es el caso de Chile y Perú.
No obstante, la economía boliviana preserva un esquema de estabilidad donde los precios no aumentan de forma abrupta como pasa en otras economías. Bolivia registró una inflación acumulada de, 0,8% al mes de junio, una de las cifras más bajas a nivel mundial y de Sudamérica.
A la par, se observa una recuperación de las ventas facturadas de los restaurantes, hoteles y transporte aéreo, sectores que fueron los principales afectados por la pandemia del COVID-19.
“Sectores muy golpeados en la pandemia como fueron los restaurantes, los servicios de hoteles y transporte aéreo, están mostrando una mayor dinámica”, remarcó.
Montenegro también destacó un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se establece que Bolivia
es la economía que ha recuperado en mayor proporción el nivel de ocupación de las personas en edad de trabajar.
“Bolivia destaca entre los países que superaron la tasa de ocupación que se registraba en 2019 y la que más habría recuperado, justamente es la economía boliviana”, resaltó.
Para julio de 2020, la tasa de desocupación en Bolivia se disparó a 11,6%, sin embargo, para el mes de abril de 2023 este indicador llega a 4,2%, una reducción de 7,4 puntos porcentuales.
La tasa de desocupación actual de 4,2% es inclusive más baja que la cifra que se tenía en 2019, antes de la pandemia del Covid-19.
También la población ocupada urbana, entre enero de 2018 y abril de 2023, ha aumentado considerablemente, en julio 2019 se tenía un pico de 3,7 millones de personas ocupadas, por el efecto de la pandemia del Covid-19 se bajó a 3,1 millones de personas, una pérdida de más de 500 mil empleos y ocupación, sin embargo, ahora, en 2023 se cuenta con 4,4 millones de personas ocupadas.
Estas cifras demuestran una recuperación en varios sectores de la población ocupada: Industria Manufacturera aumentó en un 8%, de 615 mil personas a 665 mil personas; Construcción de 340 mil a 369 mil; Transporte y Almacenamiento, entre abril 22 y abril 23, creció un 7%, de 377 mil personas ocupadas a 404 mil ocupados. (ACUERDOS/rjra)