Septiembre de 2020.- La hora de los “horneaos con café” en el oriente boliviano es una costumbre que solo se equipara con el tea time británico. Y entre las exquisiteces de la pastelería tradicional, el cuñapé es el rey.
El arte de combinar la harina de yuca con el queso y someter la mezcla a la acción del fuego en un horno para convertirla en un delicado panecillo, es parte del patrimonio gastronómico oriental que se extendió a paso firme por todo el país hasta convertirlo en un invitado de honor a la acostumbrada hora del té.
En La Paz, un trío de emprendedores decidió ir más allá y, literalmente, rompió el molde; en 2019 desarrolló una receta propia, innovó la técnica de preparación y reemplazó la pieza individual por un pastel horneado en un molde rectangular. ¿El resultado? Un pastel de cuñapé que por su sabor y la innovadora presentación, cautivó a los clientes desde el primer momento.
El producto no solo bautizó al emprendimiento, le dio el impulso necesario para superar la producción artesanal y cumplir los estándares exigidos para ingresar a las góndolas de los supermercados.
Nincy Castedo, una chef apasionada por la innovación en la cocina, Juan Carlos Lima, un experto en marketing y Nelly Lima, una contadora experta en números y control de calidad, decidieron convertir su amistad en una sociedad empresarial. El trío horneó la idea y la llevaron al mercado.
Pero no todo fue color de rosa. Cuando el emprendimiento comenzaba a posicionarse en el gusto de los consumidores, los conflictos políticos de noviembre y diciembre de 2019 paralizaron la producción. A principios de año, cuando el emprendimiento intentaba levantar cabeza, la pandemia de coronavirus dejó el proyecto en la puerta del horno.
Pero de los golpes se aprende. En medio del distanciamiento social decidieron levantar el emprendimiento que estaba herido de muerte. “En esta empresa está prohibido desistir”, asegura, convencido, el marketero del equipo.
Y si decides volver, hay que hacerlo bien. Los emprendedores trasladaron el centro producción a una zona más cercana de la ciudad, incorporaron un sistema de ventas en línea y entregas a domicilio, desarrollaron una agresiva campaña de promoción por las redes sociales, renovaron el packaging y sumaron tres presentaciones del Pastel de cuñapé.
“Nos relanzamos en grande”, asegura Juan Carlos Lima, que se encarga de la parte comercial del proyecto y, ahora, de las entregas puerta a puerta.
La receta del éxito
Nacida en el Beni, Nincy Castedo fue quien desarrolló el producto. Su confianza en la innovadora receta fue tal que apostó a ejecutarla en el examen final de su Curso de Gastronomía y Alta Cocina. El pastel de cuñapé no solo pasó la prueba, obtuvo un sobresaliente 100/100 y se convirtió en un favorito de los chefs profesionales.
“Mis tres hijos fueron mi inspiración”, recuerda Nincy. Después de varias semanas de prueba, la receta obtuvo la aprobación de la hija mayor que era la degustadora oficial de la familia. Los primeros clientes fueron los compañeros de colegio, los feligreses de la Iglesia de Irpavi y los vecinos pero no logró la aceptación que esperaba así que archivó el proyecto.
El origen del pastel
En enero de 2019 un desayuno de amigos que coincidentemente se habían quedado sin trabajo, fue el inicio de la aventura. “El destino nos reunió”, afirma Juan Carlos. Como no podía ser de otra manera, Nincy preparó el pastel que cautivó a los comensales; reflotó el proyecto de llevar la receta familiar a otro nivel. Rápidamente, Juan Carlos identificó el potencial de la nueva receta, la presentación innovadora y que no había un producto similar en el mercado.
“Con la idea principal comenzamos todos los trámites para iniciar la empresa. Lo que más demoró fue obtener la licencia sanitaria del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria, Senasag. Mientras duraba el trámite, comenzamos la instalación de toda la cadena de producción y empaque en la localidad de Carreras”, explica Nincy.
En septiembre de ese año recibieron la licencia y comenzó la producción con un nivel que superó las expectativas. Rápidamente, incorporaron dos importantes supermercados a la cartera de clientes pero los conflictos postelectorales paralizaron el proyecto pues los pedidos se suspendieron hasta diciembre.
En enero de este año, el emprendimiento volvió a tomar impulso. Se reiniciaron las gestiones para reactivar los contratos con los supermercados e incorporar otros clientes a la lista de pedidos pero todo quedó en nada con la llegada de la pandemia y la cuarentena.
El ave fénix de la pastelería
En medio del complejo escenario en el que se relanzó la empresa, el distanciamiento social los acercó al cliente. Como el producto no podía comercializarse en los supermercados —el principal canal de ventas cuando se lanzó el emprendimiento en 2019— las entregas a domicilio permitieron que el Pastel de cuñapé llegue al consumidor apenas sale del horno. “Es una cualidad muy apreciada por nuestros clientes”, afirma Nelly.
Naturalmente, la nueva normalidad impuso mayores medidas de bioseguridad en todo el proceso. Además de las exigencias del Senasag, los emprendedores se impusieron estrictas medidas sanitarias desde la elaboración del producto hasta el embalaje. Lo mismo ocurre con el sistema de entrega y cobranza.
El equilibrio financiero y contable es uno de los pilares de la empresa. Como no podía ser de otra manera, la contabilidad se hizo más compleja en la pandemia. Equilibrar los gastos con los ingresos, realizar las compras en línea, incorporar los insumos de bioseguridad, proyectar los gastos del mes, cumplir las obligaciones y generar utilidad se hicieron cuesta arriba “pero lo hacemos porque nuestros estándares de calidad son los más altos”, asegura Nelly.
El retorno no pudo ser más auspicioso porque el producto se vende como pan caliente. El pastel tiene cuatro presentaciones: el circular para 16 personas, el grande para 12, el mediano para ocho y el “cuñapé” el producto individual en forma de cupcake que es la estrella del regreso.
Sin mirar atrás
El impulso con el que volvieron al mercado no les deja tiempo para respirar. El 2021 reajustarán la cadena de producción para lanzar una quinta presentación que acercará aún más el pastel a los hogares.
Además, el contacto generado por las entrega a domicilio les dio los bríos para pensar en expandir el emprendimiento a través de sucursales. “El 2021 nos levantaremos con fuerza”, dice Nelly.
“No es fácil ser emprendedor pero así como caemos, nos volvemos a levantar y lo hacemos con el pie derecho. Agradecemos a nuestra familia, amigos y a todos nuestros clientes por creer en nosotros. Queremos que nuestra empresa crezca mucho más y llegue a todo el país”, afirma Juan Carlos.
Para pedidos y contacto está habilitado el 6541648.