LA PAZ, El presidente Luis Arce Catacora en su participación en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericano y Caribeños (Celac), inaugurada en la Argentina, demostró su preocupación por lo que estarían sufriendo los gobiernos de izquierda en la región, por lo que pidió tomar una posición al respecto.
“Estamos viviendo tiempos en los que, lastimosamente, los gobiernos progresistas e izquierda, enfrentamos los duros embates por parte de sectores que sólo piensan en sus propios intereses, antes que en los de su pueblo. Por ello arremeten contra la democracia y sus instituciones a través de actos violentos, como los ya señalados en Brasilia, o como los ocurridos en Bolivia en 2019 y que terminaron en un Golpe de Estado”, dijo el jefe de Estado en su intervención.
Asimismo, indicó que en Bolivia se vio el resurgimiento de manifestaciones violentas, como los suscitados en Santa Cruz con la quema de más de 27 inmuebles tanto privados como públicos, las torturas a funcionarios públicos y otros actos delictivos que tienen como objetivo final que el gobernador Luis Fernando Camacho sea liberado que los casos que cometió en el golpe de Estado queden impunes.
“La movilización “pacífica”, que como estamos viendo no tiene nada de pacíficas, no tienen el menor respeto por instituciones que están al servicio del pueblo boliviano, ni a los propios trabajadores del sector público que son también ciudadanos con los mismos derechos que cualquier otro ciudadano”, afirmó.
Aseguró que este tipo de acciones violentas, de intimidación, racismo y amenazas impulsadas por grupos oligárquicos y fuerzas políticas altamente conservadoras sólo pretenden desestabilizar a los Gobiernos democráticamente electos, pretendiendo ganar con estas acciones lo que no ganaron en las justas electorales, que son la base de un sistema democrático.
Las dantescas imágenes del asalto al Congreso, Palacio y Tribunal Supremo de Brasil son expresiones antidemocráticas que debemos desterrar decididamente de nuestro continente. América Latina no puede permitirse el lujo de reeditar una nueva versión monroista y macartista como mecanismos para lograr por la fuerza el control territorial y la derrota del que consideran el “enemigo”.
No podemos permitir como pueblos, gobiernos y Estados latinoamericanos y caribeños que se pretenda tomar por la fuerza lo que no se ha conseguido en las urnas”, puntualizó.
En ese sentido, solicitó que la Celac se transforme en una sola voz para condenar de manera firme y enérgica, todos estos actos de violencia, torturas, terror, de destrucción de las instituciones y desestabilización que amenazan a los países de nuestra región, a sus sistemas políticos y a la convivencia pacífica, y exigir a la par el irrestricto respeto a la voluntad popular expresada a través del voto.
Consideró, además, que es necesario el fortalecimiento institucional de este conclave internacional para profundizar la integración de América Latina y la participación en la construcción e integración al mundo multipolar, llevando como estandarte el principio de solidaridad, desde la transformación política y transformación social para los pueblos, contribuyendo de manera colectiva al multilateralismo a partir de “la fuerza de los Estados y de la Diplomacia de los Pueblos por la Vida, por la paz, por los derechos humanos y los derechos de la Madre Tierra”, manifestó.
El presidente dijo que esta reunión al más alto nivel es sin duda la mayor expresión del compromiso político de los países y la reafirmación de que con el dialogo transparente y respetuoso y con la participación de todos los Estados de América Latina y el Caribe, la forma de cómo se alcanzará consensos puntuales y logros importantes.
“La Celac debe ser el espacio y la herramienta para la construcción de un nuevo tipo de integración emancipadora, multidimensional y no subordinada, entre nuestros estados y pueblos. Pero, además, la Celac debe servir para empezar a abrir una relación con los países que conforman el Brics, también, en condiciones favorables, para participar e incidir en esa nueva economía-mundo que se está configurando a partir del cambio del eje de la economía mundial del atlántico al Asia Pacífico. América Latina y el Caribe deben ser parte activa de la construcción de un mundo multipolar”, finalizó. (ACUERDOS/rjra)