SANTA CRUZ, Un numeroso grupo de personas vinculadas a la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) volvió a atacar con violencia la noche del miércoles una vigilia instalada en una rotonda del Plan 3000 por gremiales y vecinos, en resguardo de negocios y rechazo al paro cívico. Los unionistas sorprendieron y atacaron a los habitantes del plan desde las avenidas Mechero y Che Guevara.
La Policía intervino y evitó que los unionistas, brazo operativo y paraestatal del Comité Pro Santa Cruz, liderado por Rómulo Calvo, ataquen y saqueen los negocios del lugar y el mercado ubicado en la zona. Un periodista de Bolivia Tv estuvo en el lugar y relató pasadas las 22.00 que los violentos trataron de saquear un negocio e hicieron detonar petardos de alto poder en su intento por levantar la vigilia en la Obelisco.
En el Plan 3000 viven, principalmente, personas migrantes del occidente y opuestas a las acciones y decisiones de los cívicos. Durante el paro indefinido las actividades en este plan, como en otras zonas, se desarrollaron con relativa normalidad.
“Desmentimos al canal UNITEL, que dice que todos los vivientes de aquí somos pagados del MAS, y que atacamos; eso es falso, ellos vienen a querer saquear¡¿Qué más quieren? ¿Quieren matarnos?! ¡Ya he entrado en quiebra!, ayer se ha vencido mi alquiler ¿Ellos me van a dar? ¡No me van a dar nada!”, cuestionó una de las afectadas.
No es la primera vez este nivel de violencia, pero la diferencia fue que atacaron desde dos flancos para lograr su objetivo de imponer el paro declarado por el gobernador Fernando Camacho, Calvo y el rector de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), Vicente Cuéllar.
Tras el ataque, las personas que hacían la vigilia reaccionaron y empezaron a defenderse. La Policía se puso en medio de los dos bandos y con el lanzamiento de gases lacrimógenos trató de dispersar a los violentos.
Los unionistas encendieron varias fogatas y destruyeron puertas de varios negocios, en medio de la violencia que se prolongó por horas.
Los cívicos mantienen un paro indefinido que empezó el 22 de octubre. Los hechos de violencia recrudecen contra quienes rechazan el paro. Videos difundidos en medios de comunicación y en redes sociales muestran diferentes agresiones contra quienes necesitan trabajar.
La violencia por parte de los unionistas recrudeció en estas últimas semanas. El viernes tomaron y quemaron la sede de los campesinos y saquearon las oficinas de la Central Obrera Departamental (COD).
Gremiales y vecinos mantienen vigilias diarias en resguardo de sus negocios ante los ataques de los grupos violentos que llegan hasta la zona.
«Estamos aquí defendiendo nuestra fuente de trabajo. Ellos nos provocan. No puedo ser posible señor Camacho que financie a estos grupos. Han descargado en ambulancia anoche (petardos de alto poder), han saqueado y robado», denunció una de las gremiales. (Abi)