La Paz, El crecimiento del PIB, la baja inflación, la reducción del déficit fiscal, la mejora en las recaudaciones y la reducción del desempleo, de la pobreza y de la desigualdad son indicadores que muestran que la economía boliviana está en un proceso adecuado de reconstrucción tras “tres golpes duros”: el mal manejo económico del gobierno de facto, la pandemia del Covid-19 y los efectos negativos de la guerra en Europa, según el Gobierno nacional.
“(Los indicadores de la) inflación, reducción del déficit fiscal, crecimiento económico, mejora en las recaudaciones tributarias, reducción del desempleo, reducción de la pobreza, reducción de la desigualdad están mostrando que la economía boliviana está en un proceso adecuado de reconstrucción, de reconducción de la economía, después de tres golpes duros: el gobierno de facto, con su mal manejo económico; la pandemia y los efectos negativos de la guerra entre Rusia y Ucrania”, afirmó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.
Montenegro informó que el déficit fiscal en 2022 alcanzó a 7,2%, “muy por debajo de la meta de 8,5%”.
“Queda claro que haber logrado una reducción del déficit fiscal es un indicador también muy importante en términos de la gestión económica del presidente Luis Arce, en términos de los compromisos que se ha puesto en el Programa Fiscal Financiero 2022”, aclaró.
La autoridad recordó que, al tercer trimestre de 2022, Bolivia registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4,3%, impulsado por los sectores de transporte, electricidad, agropecuaria, construcción, establecimientos financieros, industria manufacturera, entre otros.
Con esa tasa de expansión, Bolivia ocupa el cuarto lugar entre las economías con mejor crecimiento en la región para el tercer trimestre de 2022, pues en tercer lugar se ubica Argentina con 5,9%; en segundo puesto está Colombia con 7,0%; y en primer sitio se posicionó Venezuela con 13,2%.
“La economía boliviana crece con estabilidad de precios, reducción del déficit fiscal, reducción de la pobreza y la desigualdad, que son elementos importantes”, destacó el ministro Montenegro.
Añadió que el país cerró 2022 con una inflación cercana al 3,12% y en enero de 2023 se registra un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 0,3%. Con este dato a ese mes, Bolivia “sigue siendo una de las economías con la tasa de inflación más baja de la región”.
Las recaudaciones tributarias también mostraron un incremento importante del 20% al pasar de Bs 49.018 millones en 2021 a Bs 58.668 millones en 2022, con lo que se descarta versiones de analistas de un supuesto “efecto rebote”.
Asimismo, el país tiene una tasa de desempleo del 4,1%, una de más bajas de la región, que va emparejada con el aumento de la actividad económica en los últimos dos años; es decir, con el dato de 1,2 millones de nuevos ocupados entre mayo de 2020 y noviembre de 2022.
Se mostró también un importante crecimiento de población ocupada en los sectores de transporte y almacenamiento; salud y asistencia social; servicios de educación; actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas; y alojamiento y servicios de comidas.
Otro importante dato es que la pobreza moderada bajó de 39% en 2020 a 36,4% en 2021; mientras que la pobreza extrema redujo de 13,7% en 2020 a 11,1% en 2021. En tanto, la desigualdad, medida por el índice de Gini, descendió a 0,42 puntos porcentuales. (ACUERDOS)