Paralización de la PAU causó daño económico cercano a los $us 428 MM

312
pau-paralizacion-planta-causo-deficit-economico

SANTA CRUZ,  El daño económico global de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) durante el gobierno de Jeanine Añez, es de aproximadamente $us 428 MM, informó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.

Explicó que la Planta de Urea en Bulo Bulo fue paralizada por el gobierno de facto por un año, el cual, en dos ocasiones, intentó ponerla en marcha nuevamente, pero dañó una serie de componentes, como turbinas, sistema de generación de vapor y el turboexpander de nitrógeno, los cuales han requerido la intervención de profesionales de alto nivel para su arreglo, y estos son extranjeros como venezolanos, europeos, chinos e inclusive personal de origen norteamericano que ayudan en el arranque de la planta; este personal extranjero equivale al 10% de los 480 trabajadores que hay en este momento en la PAU.

Por su parte, el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Wilson Zelaya destacó que el proceso de arranque de la PAU se realiza en tres etapas: La primera, referida a consolidar el equipo de operación y mantenimiento, en la Planta de Servicios Auxiliares que brinda insumos trascendentales y necesarios (como ser agua, aire, gas natural, nitrógeno y vapor de alta calidad) para realizar la operación y la producción de urea granulada del complejo petroquímico, la cual estuvo lista en junio.

La segunda fase, diagnóstico y mantenimiento para el reinicio de operaciones, también tuvo participación extranjera, está relacionada con los licenciantes y algunos servicios de reparación de turbomáquinas que fueron dañadas. Ahora estamos en fase final de la parte de comisionado y arranque de la planta. En las próximas semanas tendremos excelentes noticias. Estamos a un 99 por ciento de avance.

Zelaya añadió que más allá de la pérdida estimada, existe otra de carácter intangible que se refiere al daño ocasionado a la reputación de YPFB ante sus clientes del mercado nacional e internacional, lo que implica invertir esfuerzos, tiempo y recursos en la recuperación de nuestro posicionamiento en el mercado regional de la urea.

Fernando Vincenti, experto en materia hidrocarburífera, dijo que “una planta de las características de ésta, es muy compleja. Se trata de una obra tecnológica de alto nivel, de alta especialidad. No es como una fábrica de embotellado de agua. Debe ser seguramente, la más moderna en el mundo. En todo el planeta no hay ni siquiera 500 plantas. En Sudamérica tenemos apenas 4 y las otras tres son más “cacharritas” que la nuestra”.

Agregó que “debemos entender que en Bolivia no existen especialistas que puedan reparar los daños ocasionados por el paro abrupto que se hizo de ella durante el gobierno de Añez. El paro de una planta tiene un protocolo riguroso. Hacerlo como apagar un foco o desenchufar una plancha ocasiona inmensos daños que es lo que ha sucedido con nuestra nuevísima planta que fue paralizada por un criterio caprichoso de la dictadura”.

Es, justamente, para las etapas de diagnóstico y arranque de la planta que se ha necesitado de los expertos extranjeros. Mientras tanto, personal boliviano ha recibido el entrenamiento adecuado para el cumplimiento de tareas especializadas. De hecho, se ha recuperado a numerosos profesionales bolivianos, desvinculados por el gobierno de facto, que fueron entrenados para la operación de la planta y la producción de amoniaco y urea con especificaciones técnicas de alta calidad. (ACUERDOS/rjra)