La Paz, 21 de junio de 2020.- Según una encuesta de U-Report, iniciativa de UNICEF Bolivia donde interactúa con adolescentes y jóvenes de todo el país, para conocer sus opiniones sobre los temas que les preocupan, 93,2 por ciento de estudiantes encuestados expresaron críticamente que no están aprendiendo “nada”, “casi nada”, o “más o menos” con las iniciativas de enseñanza virtual que se aplican tanto en la enseñanza privada, como estatal.
De acuerdo con estos resultados, cuatro de cada diez adolescentes o jóvenes no estarían pasando clases por ninguna plataforma de internet, lo que se agravaría en el área rural donde existen menos ingresos económicos y posibilidades de acceso a la web. Estos estudiantes identifican que el costo económico de “conectarse” les impide seguir sus estudios y por eso consideran que una alternativa para que puedan ejercer su derecho a la educación es recurrir a la enseñanza a través del uso masivo de medios como la televisión y la radio.
U Report realizó dos encuestas sobre la continuidad educativa, UNICEF presentó los resultados más importantes de la primera encuesta que se enfocó en las tecnologías a las que tenían acceso los 3.500 U-Reporters registrados en esta plataforma. Las preguntas fueron respondidas por 656 adolescentes y jóvenes.
Cuatro de cada diez no ingresan a clases
Una consulta inicial fue “en tu colegio/universidad/instituto, ¿están ofreciendo clases virtuales?”, el 61 por ciento dijo sí y el 39 por ciento, no. Si se considera que el público de U-Report tiene al menos conexión a internet y en su mayoría son de áreas urbanas, puede suponerse que en zonas rurales el porcentaje de alumnos que no tiene clases regulares sea aún mayor.
61,4 por ciento de los U-Reporters encuestados estudian en establecimientos fiscales, 27,5 por ciento en privados, en otra modalidad 6 por ciento y de convenio 5.2 por ciento.
El dispositivo con el cual se conectan estas personas al internet es principalmente el celular (77,5 por ciento) y la computadora (19,5 por ciento). En cuanto a la forma de acceso al internet en el domicilio, 60,4 por ciento dijo que tenía conexión hogareña sin depender de su plan telefónico, 33,5 por ciento compra megas, es decir tiene que comprar tarjetas de consumo para poder participar en sus clases y el 6,1 por ciento dice que “no tiene”.
Los datos indican que una amplia mayoría de estos adolescentes y jóvenes tuvo problemas para conseguir las tarjetas de recarga que les permiten agregar saldo de consumo a sus teléfonos.
El internet se hace costoso
Se preguntó a ese 39 por ciento de adolescentes y jóvenes que no estaban teniendo clases “¿Cómo crees que se podría facilitar el avance curricular?”, 50,6 por ciento de ellos respondió con “paquetes más económicos de internet”, 32,6 preferiría los medios masivos.
Sin embargo, esto se agrava cuando se pregunta a todos (los que asisten a clases virtuales y los que no) “¿Qué problema has tenido para conseguir tarjetas de recarga?”, 90 por ciento considera que el costo de la conexión a internet es alto, siendo su mayor problema la dificultad para adquirir tarjetas de recarga.
Complementa aún más el impacto económico que significa hoy estudiar por internet que 66,3 por ciento de encuestados diga que es una “inversión económica difícil”, 17,2 por ciento señala que el servicio no llega a las zonas donde ellos habitan y 14,2 por ciento responde que el costo de las tarjetas es más caro de lo habitual.
El encarecimiento del acceso al aprendizaje arroja más datos sobre la dificultad que tienen los jóvenes para estudiar por internet, cuando se les pregunta si tuvieron alguna dificultad para conseguir tarjetas de recarga, 81,7 por ciento respondió que sí.
Zoom y WhatsApp
Para los que pasan clases virtuales, Zoom es la herramienta más utilizada por los maestros o docentes para dar continuidad a las clases y/o avance de materias. Resulta interesante ver que una de las plataformas más utilizadas es WhatsApp, que no está pensada inicialmente para la educación.
De esa forma, Zoom es la herramienta más utilizada (38 por ciento), WhatsApp (20,8 por ciento) y Google Classroom con 20,1 por ciento.
Esta encuesta demuestra que las brechas educativas existen aún para aquellos que tienen conectividad. Para garantizar que niñas y niños continúen con su proceso de aprendizaje, UNICEF ve dos vertientes fundamentales que deben ser potenciadas. La primera es que Bolivia debe recurrir a uno de sus medios más accesibles para ofrecer actividades educativas a la niñez y adolescencia de las áreas rurales, la radio; por otro lado, es fundamental ofrecer a los maestros herramientas y metodologías para que ofrezcan clases virtuales de manera más efectiva. UNICEF está aunando esfuerzos para que estas dos líneas de trabajo sean una realidad.