Mauricio Castaño H.
La discusión tomó un rumbo sacrificial y no por el de la Inmunidad Colectiva. Pero la verdad sea dicha, el trasfondo de la discusión nos debe llevar a comprender, hacernos conscientes de que todos los seres vivos, nuestra vida, comprende tanto la de los humanos como las de los demás seres, que unos y otros estamos conformados por miles de millones de bacterias y de virus, tanto por las que están dentro de nosotros como de las que vienen de fuera, el habernos convertido en una civilización sedentaria que domesticó animales y plantas, hizo de esta convivencia un proceso simbiótico. Y aquí señalemos que estos pequeños microorganismos que están en nuestro cuerpo, que hacen parte de nosotros, que somos nosotros y que son nuestros aliados para mantenernos con vida, son tan necesarios como los que están por fuera que los estimulan, que los mantienen alertas, activos y en pie de lucha. El adentro y el afuera, o como dicen algunos epidemiólogos y científicos, la Yoidad y la Otredad, lo Mismo y Lo Otro, dos fuerzas en constante oposición, pero necesarias en tanto que se estimulan unas a otras para sacar lo mejor de sí mismo, y por qué no, lo peor, en especial cuando nos vencen nuestras defensas y nos ponen en peligro o nos hacen morir. Ejemplifiquemos: nuestras bacterias que tenemos por dentro, ADN, luchan y crean defensas ante lo que de afuera viene, ARN, así creamos Inmunidad, nos volvemos inmunes. Frente al Covid 19 la discusión está a flor de piel y puede decirse que estamos en manos de la ciencia médica y del arte de gobernar, científicos y gobernantes, estos últimos son los que tienen la voz cantante en tanto son ellos quienes terminan tomando esta o aquella decisión. Recordemos las tres estrategias usadas. Encierro total o confinamiento, la primera. La segunda es confinamiento parcial, la tercera es abierta, no total y ni parcial encerramiento. Y acá de nuevo vuelve la discusión de por qué deciden una u otra solución, y entonces se vuelve a las razones del campo epidemiológico. En última instancia lo que se quiere es ganar tiempo para no hacer colapsar el sistema de salud, ganar tiempo para prepararse y enfrentar la virosis que nos cogió de un momento a otro de manera desprevenida. La amenaza está constante, lo que está variando es la forma de enfrentarla. Si hay encierro total, si estamos adentro y evitamos el afuera en donde se propaga el virus, recordemos que el virus viene de afuera y se propaga por contacto y a través de las vías mucosas llámense nasales, orales o incluso de los ojos, y es por ello que se recomienda que las manos eviten el mayor contacto posible, no saludar de mano o tocar lo menos posible, y cuando necesariamente haya que tocar como abrir una puerta, apoyarse en un pasamanos, entonces lavarse constantemente y no llevar las manos las cara, por ello también se recomienda el tapabocas, toser y progrese con el codo, la idea es tratar de no infectar esas manos que nuestro cuerpo las hace llevar de manera automática a la cara (un experimento habla que nos llevamos las manos 25 veces en una hora) boca, nariz u ojos, allí donde la mucosidad favorece al virus en mención. Pero recordemos también que estas son medidas dónde existen zonas de contagio que son de humedad y friáticas, el calor no favorece el Covid 19, las altas temperaturas matan el virus, ello para no caer en la paranoia de estar viendo al enemigo viral por todas partes y en todo, hasta mi amigo o vecino se vuelve el peor contagio. Pero bueno este es un elemento de biopolítica o de control social que está dando su eficacia y cuyos mandatarios están felices de jugar al gran dictador sin mayores esfuerzos, y a renglón seguido recordamos que ese es el gran temor que asiste a cierta población crítica y es que ésta tecnología de la biopolítica o de control social que declara confinamiento o control de cada individuo, sirva en otras ocasiones para manipular a la población y de hacer con ella lo que les venga en gana. Por el momento la pasión por la Inmunidad Colectiva es la clave de vida