LA PAZ, Apenas comenzó a hablar, José Enrique Peña subrayó que es una persona agradecida con Dios y que está convencido que todos estamos de paso, por lo que se inclina por hacer lo correcto. También reconoció que de joven cometió errores que a la postre le cobró elevadas facturas y que poco a poco le tocó cancelar, pese a todo ahora está concentrado en la dirección técnica y listo para seguir dando pelea en el universo del fútbol. “Hoy el fútbol es una profesión, en el que tienen que comenzar a jugar en divisiones menores, pero no a los 20 años de edad como muchos en Bolivia, este es un pasar en el que deben ir trabajando día a día desde chicos (ocho), tiene que tener algo para poder seguir en este deporte, que se yo, puede ser talento, ser jugador implica muchas cosas, desde la obediencia a sus padres es fundamental, es un crecimiento”, apuntó el técnico de Real Santa Cruz, además de recordar que cuando su madre le preguntó qué profesión seguiría, él respondió jugador y “así seguimos el camino junto con mi hermano”. Debido a las determinaciones gubernamentales derivadas por el COVID19, cumple la cuarentena en su domicilio y junto a su familia, pero sin descuidar las
Peña: la obediencia es la clave del éxito Peña: la obediencia es la clave del éxito “La mejor estrategia es conocer en profundidad a sus jugadores esa una de las bases del éxito para poder llevarlos a una unidad y ser un equipo de fútbol”, afirmó el técnico de Real Santa Cruz. “La mejor estrategia es conocer en profundidad a sus jugadores esa una de las bases del éxito para poder llevarlos a una unidad y ser un equipo de fútbol”, afirmó el técnico de Real Santa Cruz.
instrucciones que debe dar a los jugadores que en su mayoría se encuentra en la ciudad de Santa Cruz realizando trabajos físicos que no son descuidados, se mantiene la fe de que muy pronto y poco a poco todo volverá a la normalidad y las canchas nuevamente estarán ocupadas y la pelota volverá rodar. “Ante la adversidad nunca había pasado tanto tiempo con mi familia, disfrutando con mis hijos, no había gozado de estos momentos, me siento bendecido por Dios, pero también sé que hay familias que están sufriendo por no tener que llevarse a la boca. El infortunio nos hace reflexionar que hay un creador del cielo y de la tierra. Este es un momento para que todos hagamos un análisis muy profundo de nuestras actitudes”, complementó Peña.
DATOS PERSONALES
Peña nació el 10 de septiembre de 1968, en la ciudad de Santa Cruz, es padre de José Álvaro, José Enrique y María Fernanda; es hermano del exfutbolista y entrenador, Guillermo Álvaro, con quien en esta temporada le toca dirigir al elenco de Real Santa Cruz, en la División Profesional que regenta la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). En su carrera como jugador militó en los equipos de Real Santa Cruz (1986), Universitario (Sucre), Ciclón, Always Ready, The Strongest, San José, Destroyers, Oriente Petrolero, Real Potosí, Bolívar e Independiente Petrolero, pero también salió del país para fichar para Millonarios, de Colombia en el año 2000 que le permitió ser convocado a la Selección Nacional, pero no pudo defender la Verde.
OTRO FACETA
“Conforme uno va venciendo las adversidades, el técnico también se va haciendo, jugué 20 años al fútbol y hoy estoy en otra faceta de mi vida; estoy convencido que el jugador tiene que tener toda la confianza del técnico, nosotros los entrenadores pasamos a ser unos educadores, porque nos encontramos con cada cosa que buscamos ayudarlos. La mejor estrategia es conocer en profundidad a sus jugadores esa es la base del éxito para poder llevarlos a una unidad y ser un equipo de fútbol”, expone. Como entrenador dirigió a los planteles de BanCruz (2008), Guabirá (2009), Ciclón (2010), Real Santa Cruz (2012), Destroyers (2017), volvió al equipo albo en el 2018 año que logró ascender de categoría como subcampeón de la Copa Simón Bolívar ante la desafiliación de Sport Boys y el descenso directo del canario. Peña, en su largo recorrido tiene escrito en el registro de los logros haber ascendido a la Primera División con tres planteles, los azucareros, además de los canario y el elenco que hoy dirige, elencos en los que trabajó de manera disciplinada y fiel a su creencia, que además subraya que le permitió encaminarse a la senda de la que se había perdido de joven. “Es vital conocer a los jugadores. Tuve buenos entrenadores, en ese camino estaba muy alejado del temor a Dios; por entonces fui
llamado a dos selecciones juveniles pero me botaron por indisciplina, cometí muchos errores, no volvería a esos pasos (suspira), después comencé a estudiar para ser técnico y aquí estoy dirigiendo a Real Santa Cruz. Si habría ido por el camino correcto como mi hermano (Álvaro Peña), habría conseguido cosas importantes en mi vida, aun así jugué en torneos internacionales, todo por la gracia de Dios”, finalizó. (ACUERDOS)
