Pronostican profunda recesión en America Latina por el coronavirus

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La Cepal invita a los gobiernos de los diferentes países a tomar medidas urgentes para abordar la emergencia sanitaria, social y económica y que vuelvan a plantear sus estrategias de desarrollo. El FMI informó que más de 90 países, casi la mitad de los 189 miembros, han solicitado fondos de emergencia para responder a la pandemia.

REDACCION CENTRAL “Estamos ante el principio de una profunda recesión. Estamos ante la caída del crecimiento más fuerte que ha tenido la región”, subrayó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo técnico regional que depende de las Naciones Unidas, con sede en Santiago de Chile. La Cepal afirmó en un informe que la región entrará en una recesión del 1,8% este año por el coronavirus, sin llegar a descartar escenarios peores con contracciones de entre el 3% y el 4%. Antes de la propagación del virus, el organismo preveía que la región creciera un máximo del 1,3% en 2020. El informe señala que el impacto económico final en los países dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y global. En este escenario, las tres causas principales serán tres: la disminución de la actividad económica en los principales socios comerciales de la región; la caída en el valor de las materias primas; y el golpe en áreas como el turismo. El escenario menos pesimista -de una recesión del 1,8%- considera solo los efectos en América Latina de la caída económica de China, el principal socio comercial de la región. Sin embargo, si se suma el desplome económico de los países que integran la Unión Europea, Estados Unidos y del resto de la región, el impacto será mucho mayor y se ubicará en un rango de 3 a 4%, explicó Bárcena. Agregó que “a diferencia de 2008, esta no es una crisis financiera sino de personas, producción y bienestar. Una situación de economía de guerra es demasiado importante para dejarla al mercado”.


Pese a que la expansión del coronavirus generará una contracción económica sin precedentes a nivel global, esta impactara con especial fuerza a los países latinoamericanos, que ya atravesaban un débil contexto económico tras el mediocre crecimiento registrado en 2019, de solo 0.1%


INMINENTE AUMENTO DE LA POBREZA
Si los efectos del COVID-19 llevan a la pérdida de ingresos del 5% de la población económicamente activa en América Latina, la pobreza podría aumentar 3,5 puntos porcentuales, pasando de 185,9 millones de personas a 209,4 millones de personas. La proyección de pobreza extrema no es más alentadora: se espera un aumento de 2,3 puntos porcentuales, de 67,4 millones a 82 millones, agregando 35 millones de personas en la pobreza extrema en América Latina. El estudio prevé que el valor de las exportaciones de la región caerá por lo menos en un 10,7% en 2020, debido a la disminución de los precios y a la contracción en la demanda agregada global, mientras que las medidas de contención tendrán costos en la producción equivalentes hasta un 67% del PIB regional.
SUGERENCIAS
De otra parte, el informe apunta que la región no tiene una mejor estrategia que no sea la de avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible a través de una mayor integración para mitigar los efectos de la pandemia. Asimismo, la Cepal invita a los gobiernos de los diferentes países a tomar medidas urgentes para abordar la emergencia sanitaria, social y económica y que vuelvan a plantear sus estrategias de desarrollo, fortaleciendo así la coordinación e integración entre regiones. En materia fiscal, el informe indica que se deben reorganizar presupuestos para implementar paquetes de estímulo con el fin de fortalecer los sistemas de salud, proteger los ingresos y minimizar la contracción de la economía. En el área monetaria se apunta a una estabilización de los tipos de cambio y preservar la solvencia y el funcionamiento del mercado bancario. Adicionalmente, la Cepal aboga por “facilitar los préstamos a bajo interés y postergar el servicio de deuda a los países en vías de desarrollo, incluidos los de renta media”. “La salida de la crisis dependerá de la fortaleza económica de cada país, por lo tanto, dadas las asimetrías entre los países desarrollados y en desarrollo, el papel de la ONU, el FMI y el Banco Mundial será esencial para garantizar el acceso al financiamiento y sostener el gasto social y la actividad económica con medicas innovadoras», resaltó Bárcena.
“Hay países que se van a recuperar más rápidamente que otros, sobre todo los que tengan capacidad productiva instalada”, estimó Bárcena.

FMI: “MUCHO PEOR” QUE LA CRISIS FINANCIERA GLOBAL
Por su parte, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, pidió a las economías avanzadas que intensifiquen sus esfuerzos para ayudar a los mercados emergentes y los países en desarrollo a superar el impacto económico y de salud de la pandemia. “Esta es una crisis como ninguna otra”, acotó. “Hemos sido testigos de que la economía mundial se paralizó. Ahora estamos en recesión. Es mucho peor que la crisis financiera mundial” de 2008-2009. Más de 90 países, casi la mitad de los 189 miembros del FMI, han solicitado fondos de emergencia del Fondo para responder a la pandemia, añadió. El FMI y la OMS han pedido que la ayuda de emergencia se use principalmente para fortalecer los sistemas de salud, pagar a médicos y enfermeras y comprar equipo de protección. Georgieva señaló que el FMI trabaja con el Banco Mundial y la OMS para avanzar en su llamado a que China y otros acreedores bilaterales oficiales suspendan el cobro de deudas de los países más pobres durante al menos un año hasta que la pandemia disminuya. Finalmente puntualizó que el Fondo estaba listo para usar la mayor cantidad posible de sus “reservas de guerra” de US$ 1 billón en capacidad de financiamiento. (ACUERDOS/Agencias)